si.me.vuelves.a.abrazar...

Me voy por un día y mira mira lo que pasó!
sehavueltotanclaroquecasinoloves . . .


*


La gente suele ser débil y suele dejarse llevar por esas brisas de invierno que arrebatan nuestro amor y pasión por el Otoño. A veces pienso que el corazón va tomando un color a medida que nuestra alma crece y se alimenta de nuestras experiencias día a día, de nuestras virtudes y defectos, de nuestras angustias y alegrías. Siempre serás quien me ayuda a seguir adelante y a darle más y más color a mi corazón, tanto hasta que permitas llevarlo hacia un mundo desconocido y lejano que permite todos los días y todas las horas sumergirnos dentro de esa sensación que termina ahogándonos y regresándonos a la realidad aunque no queramos. ¡Mi corazón ha viajado tanto! Y sigue viajando todos los días hasta quedar envuelto en tu sangre y finalmente tu propia mente. Porque mi amor no reside solo en nuestro corazón, mi amor prefiere surcar otros rumbos, ¡mi amor ha preferido no centrarse y dirigir ese tan complejo sentimiento hacia un sólo ente!

Las hojas suenan y silban de manera suave, hasta permitirnos oír hablar los árboles y ver correr los minutos. Así es como nos saluda la vida y la retenemos mientras intenta despedirse, así es como nos hundimos en lo más profundo de lo que ella misma nos deja. ¡Y mira cuantas quejas nos ha traído! ¡Mira cuanto de eso hemos querido dejar en nuestra memoria! Agua que no arde pero nos embriaga y nos hace volar, vino que no es santo pero robamos y consumimos en la oscuridad, ¡medicina que no sana pero inyectamos en nuestra alma día a día!
Dejémos que el tiempo siga corriendo, ¡dejémoslo que pase junto a nosotros! Porque el gran tren de las ilusiones ya me abandonó hace un par de horas atrás, mientras intenté encontrar mi esperanza perdida, mientras recogía otras que estaban abandonadas.
¡Y de esa forma yo logro llegar a este planeta y estas líneas! Saltando de una nube a otra, mirando angustia tras angustia, cediendo cariño y negando piel. Mirando hacía atrás y cambiando de camino, avanzando lentamente como un ladrón que arranca, como fino colibrí desafiando el viento, como frágil hierba bailando al son de la mañana.
¡Este corazón que intenta perder el rumbo! Este corazón que no dejas ir nunca, que tampoco quiere irse, y que no logra comprender de donde nace tanta felicidad...

¡Oh dime cariño! Dime de qué color es éste corazón.