¿Y si nos vamos?

¿Y si dejamos este mundo por uno mejor? vámonos. ignoremos lo que nos molesta. Huyamos de una realidad inventada por los medios, huyamos de este mundo horrible que reemplaza cada vez más al original, al verdadero, al puro. Salgamos al patio y miremos hacia el cielo, levantemos la cabeza ignorando los cables, ignorando el cielo sucio. Miremos los árboles, todos los árboles. Imaginémoslos todos así, completos, sin basura ni rayones en el tronco. No vayamos más por calles sucias, ahora vayamos por un camino sin pavimentar. Salgamos por la noche e ignoremos los gritos de gente angustiada que intenta olvidar. Olvidemos primero nosotros y sintamonos vivos, olvidemos todas las desagradables emociones que nos rodean pero que no nos pertenecen. Agradezcamos todo a la naturaleza, no sigamos perjudicándola. Busquemos pasto y sentemonos, pero no pensemos. Intentemos respirar aire puro, imaginemoslo puro.
Ahora soñemos. Vivamos nuestro presente y nuestro futuro. Veamos a nuestros hijos crecer en este ambiente tan puro que sentimos. Amemos todo esto porque es lo único que tenemos. Sigamos soñando y veamonos por el resto de nuestras vidas aquí mismo, sentados, apartados de todo, sintiendo cada detalle, sintiéndonos vivos...
No más alertas, no más prohibiciones.


Ahora... Reaccionemos. Despertemos y veamonos frente a la contaminante tecnología leyendo (o escribiendo) necedades. Despertemos de nuestra utopía, hagámosla realidad. Ahora podemos pensar.
Ahorremos energía. Desenchufemos artefactos inútiles. Reemplacemos lo tecnológico por lo natural. No matemos vida, creemos vida. Cuidemos animales, no los matemos. Plantemos árboles, muchos árboles, ayudemoslos a mantenernos vivos. Respetemos la vida.
No sigamos cubriendo nuestro mundo con polémica, con farándula, con guerras, con alcohol, con drogas, con alucinaciones, con químicos, con tecnología, con muerte, con penas, con angustias, con asesinatos, con maltratos.
Nuestros sueños seguirán intactos. No podrán destruirlos

Despertemos, que nuestro mundo sigue ahí. Intentemos recuperarlo, tendámosle una mano y ayudemosle a levantarse.
La vida de ellos termina aquí, la de nosotros recién comienza. Disfrutémosla, hagámosla importante. Hagámonos notar en este universo infinito.
No más política, no más teorías.

Porque no nos dejaron jugar con tierra, no nos dejaron sacar flores, no nos dejaron tocar a los perros, no nos dejaron saltar en las camas, no nos soltaron la mano.
Vamos por lo que siempre quisimos. Vamos. Sigamos adelante.