martes, 30 de junio de 2009
viernes, 19 de junio de 2009
.
Todos pensaron que iba a ser lo más lindo del mundo, la experiencia más hermosa y cálida que tendrían en su vida entera. Pero no fue así.
En el momento en que las alas comenzaron a brotarle no sólo pensaron que podía ser un ángel, sino que también era uno que había venido a salvarlos de las penumbras y del oscuro destino que el pueblo y su gente tenía; de sus malos hábitos, de sus turbios vicios y de sus viles asesinatos y crímenes que cometían cada noche cada tarde y cada mañana sólo con el fin de evitar pagar algunas cuentas y mirar algunos rostros.
El ángel que no era tan ángel ascendió a los cielos miró algunos rostros y no regresó en mucho tiempo. Cuando por fin pudieron ver su silueta en el aire, los vecinos ya estaban demasiado aburridos de haberlo esperado y acordaron encontrarlo en la plaza con armas y fuego, para quemarle las alas y luego lanzarlo al río golpeándolo, asegurándose de que no quedara vivo para contarle a nadie.
Todos llegaron listos y dispuestos a deshacerse de él en la plaza, pero el ángel no se apareció en toda la tarde. Los vecinos indignados se preguntaban y maldecían entre ellos, que cómo era posible, que si todos lo vimos, que si era un ángel y venía a buscarnos. Pero no los escuchó nadie aparte de ellos mismos.
Un año después los vecinos volvieron al punto de encuentro con la esperanza de que se repetiría el suceso y volverían a encontrarlo sobrevolando el centro del pueblo y dirigiendose al lugar donde sería asesinado. Pero nuevamente no apareció.
Así un día cualquiera cuando todos bajaron al río lo encontraron, muerto y con las alas bien puestas y sólo en ese momento se dieron cuenta que no era un ángel, y que tampoco había venido a buscarlos; sólo era un pájaro, uno bien grande, uno de otro planeta casi, que estaba buscando la salida a sus propios problemas.
martes, 16 de junio de 2009
mi abismo, tu abismo, nuestro abismo, el abismo
revoluciones y flores en tu ventana
salen a volar cada mañana.
salen a explorar tu día, salen y
sobrevuelan tus espacios,
salen y recorren tus alegrías
salen y recorren tus tristezas.
Salen y me esperan en la ventana
saben que siempre estoy alerta
porque si me asomo y veo alguna
la sujeto y retengo con firmeza
y así no me siento nunca sola
siempre con flores, siempre rebelde
siempre con ánimos ajenos
que no le pertenecen ni al viento
lunes, 15 de junio de 2009
de tu cielo sin aire a mi ánimo de nada
anoche mientras dormía sentí tu suspiro lejano, sublime y perverso como me llamaba lentamente y me invitaba a sumergirme en el deseo. Lo oí y también lo vi, tan distante como solía ser en un principio, perteneciente sólo a la agonía oculta tras tus sábanas verdes. Ese verde cristalino que solía tornarse en azul turquesa, en gris oscuro y muchas verdes en el negro más aterrador existente en el universo. La melancolía melodiosa te está arrancando el corazón, y lo hace de tal forma que la inmensidad del océano de tus caricias y de tus pensamientos inocuos se transforman en la agresividad que se oculta y reaparece tras tu mirada y tus pupilas incendiadas por la ira.
Una ira mal dirigida, por cierto. Una ira que busca estremecerme hasta el último nervio, hasta el último rincón de mi cuerpo inhóstil y defensivo. Sin más apoteósis que el de la verdad que descubres esta noche, mariposas de libertad y de arrepentimiento surgen de entre tus sentidos más recónditos y se instalan en la penumbra de los sueños que has decidido olvidar. ¡Ultimamente quieres olvidarlo todo! Desconoces a tal punto todos tus sentidos y tu manera de actuar que prefieres olvidar y desecharlo todo.
Olvidalo todo esta noche, pero procura olvidarlo todas las noches también.
Porque cuando yo duermo sueño con alegrías olvidadas, con amores olvidados, con ilusiones olvidadas, con ideales olvidados; pero nunca he soñado con el olvido mismo, ese olvido que intentas insertar en mi pequeño mundo onírico y reflexivo cuya intención no es más que la de robarme el sentido y plasmarlo en un cuadro inerte y eterno.
jueves, 4 de junio de 2009
lunes, 1 de junio de 2009
inerte y en movimiento
los saltos que alguna vez pudieron ser la expresión de su felicidad son ahora lo que indica la falta de certeza en todos sus movimientos que han sucumbido a la agonía de su cuerpo completo.
flota inerte en el ambiente hostil que sus prejuicios crearon, flota inmune ante los intentos de felicidad que su cuerpo impone de manera aleatoria, y su influencia que deriva de manera extraña sobre las mariposas con pocos colores, con esas que vuelan bajo muchas veces.
¡lo está sintiendo! ¡el cielo vuelve a desvanecer! se siente atrapado una vez más por el degradé disímil de la luz que se aleja poco a poco sumergiéndose en la oscuridad del abismo. ¡sangra! siente como caen goterones de sangre, de esa roja y oscura sangre que fluye desde las entrañas de las nubes que tuvieron los días más felices, de aquellas que nunca pensaron sucumbir ante una lluvia. Son esas mismas nubes las que ahora se ven penetradas por la lluvia roja y fría, por la lluvia que le indicó por última vez, que el cielo había muerto.
y una vez que el cielo murió ante sus ojos, que el cielo sangró y sufrió en su rostro que miraba por última vez la única estrella que quedaba: el subió al cielo y comprobó que no sólo había muerto, sino que se había llevado con él todo lo que alguna vez tuvo vida allá arriba, abandonando de esta forma la última esperanza que le quedaba, su último suspiro de fe.