unaagoníaimaginada

Quisiste abducirme un día como éstos: fome, aburrido y bastante oscuro y tranquilo.
Quizás es por ésa razón que este tipo de días dejaron de agradarme, porque desde que oí esas poco trabajadas palabras de amor, esas cursilerías típicas de tarjetas de San Valentín y ví esos ojos llenos de desesperanza acumulada, que mi "No" rotundo que no pudiste soportar y tus patines sucios con los que recorrías la ciudad ya no me agradaron demasiado.. Desde ése día que pudo haber sido perfecto y fue la más horrorosa película de amor que alguien pudo haber filmado, que tu recuerdo ya no es el de aquél muchacho agradable que decía frases estúpidas para sacarme una sonrisa, sino el del aquél muchacho rezagado y muchas veces rechazado intentó tomarme por ignorante de su persona y sus oscuras acciones y terminó siendo el más penoso muchacho de ojos desesperanzados que pude conocer en toda mi vida.
Y por supuesto que te recordaré por siempre. ¿Cómo olvidaría esa voz, ese llanto, esa risita idiota y ese clima que me agradó por la mañana y terminé odiando por la tarde? ¡Cómo olvidarte!
Me gustaría saber qué tal va tu vida ahora, me gustaría saber si éste día te recuerda un poquito a mí o si sólo te sientes más desdichado de lo normal, porque sinceramente me gustaría bastante que te acordaras de mí con una sonrisa en tu rostro y no con las mismas lágrimas de aquél día.

Mamá lo dijo, pequeño. No hay que confiar en los desconocidos.
Siempre fui una desconocida. ¿O acaso podrías decirme cuál es mi segundo nombre o mi color favorito? Idiota.