¡más colores!

Te secas en ideas y te inundas en palabras, el rumbo de tu sonrisa vuelve a jugarte una mala pasada llevandote al borde del desatino. Te conformas con nada. ¡Tu mediocridad te acecha y tu perfección te libera! Sigue buscando tu rumbo perdido, pequeño ente sin sentido. Que aún no encontrarás tu cuerpo bajo el peso de la aburrida rutina y las agotadoras horas de trabajo. Pero no te rindas todavía que tu corazón sigue latiendo bajo todo tu mundo gris y derrumbado.
Parece mentira, que algunos todavía puedan sonreír, que algunos todavían puedan ser felices. ¿No lo entiendes? El mundo te está consumiendo.
Todo te hace mal y te das cuenta pero lo disfrutas, ya no es como antes. ¿Recuerdas? Tan simple era sonreir bajo el simple hecho de ver una imagen con muchos colores, de ver a niños sonrientes y envidíandoles su inocencia. ¿Qué estás envidiando ahora, entonces? Envidias el poder, envidias las largas vacaciones pagadas y envidias los autos caros.
Te ves muy mal. Tómate un tiempo.
Sale a caminar, porque ha vuelto el Otoño. Y el mundo se torna de tonalidades alegres y gente feliz abrigándose para no sentir el frío.
¿Podrá tu ambición soportar todo eso?