Vengan a ver shiquillos, es la fiesta pagana

Caminando por un árbol sin salida pude percatarme de lo injusto que son los humanos. (era como una calle sin salida, pero era árbol y no tenía luz). No. no! no miren las lagartijas que no son ellas quienes tienen la culpa ¡no culpen tampoco a sus frías mentes y sus cálidos cuerpos! que es la naturaleza la que no puede hacer nada más por retener la culpa de haber creado un universo tan extraño.
Flotar inerte es lo que quieren muchos. (navegar muertos bajo cielo enrojecido por tus errores)
No entienden nada de todas formas porque ya se han sumergido dentro de sus espacios de pasto seco dentro y bajo la cama en la que duermen todos los días y en la que descansan todas las tardes.
¡Esa cama, amigo! Esa cama es realmente sana. Esa cama y esa almohada rellena de plumas negras. Plumas negras que simulan ser el vuelo de cuervos que anhelas en tu cielo, en tu sueño. Vuelo de cuervos que prometen llevarte lejos y no regresarte nunca, pero es sólo una ilusión que genera el sueño, una ilusión que generan los cuervos imaginarios y que te hacen llenar tu maldita almohada de plumas. (plumas negras y oscuras, plumas secas y hermosas.)

No quiero que te hundas en pluma, cariño. Quiero que te hundas en placeres.
¡Hundete en el placer de pertenecer a mi vida! Hundete en el placer que te provocan pequeños detalles que hoy provoca mi cama y mi almohada.

Este es un texto sin desenlace
Matenme por eso