Disneylandia en Llamas

Recuerdo mi infancia, cuando me gustaba ver televisión a pocos ratos, cuando veía dibujos animados, cuando en la mañana me entretenía a base de chistes tontos, de humor blanco... Creo que impresiona a cualquiera la diferencia que se puede notar facilmente, que la televisión se está llendo cada vez más a la mierda. Que si uno prende la tele en cualquier horario puede encontrarse con unas mujeres haciendo un baile bastante denigrante, con gente que basa su trabajo en hablar mal de los demás, que hacen que la gente se interese con la vida ajena... No sé si es este país o la sociedad en general los que hacen que ya no haya nada que valga realmente la pena ver, que si uno quiere ver algo interesante o educativo tiene que pagar más.
Veo ahora a niños pequeños, imitando a sus hermanos mayores o a esos que salen en la tele que perrean, que andan con cadenas flaites y que cantan esas letras que sólo hablan de sexo explícito. Y es entonces ahí donde puedo darme cuenta que la gente se pasa a llevar muy fácilmente, que todos dependen de algo que logre llamar la atención. Es muy fácil manipular a alguien inocente, es muy fácil hacerlo perder su inocencia.
Ya casi no quedan recursos en este mundo, por ahora sólo resta asumirlo, y tratar de no caer en el sistema, en lo cotidiano, en lo vulgar, en lo ajeno...